16.1.13

La Rueda Medicinal y la Comunidad del Proyecto

Imágen de la Rueda Medicinal como
Herramienta del Programa de Genuine
ContactTM

Estamos sentados en círculo, podemos vernos las caras y reconocer la sabiduría, el conocimiento y la experiencia de cada uno. 
En el centro quizá unas flores, unas campanas, un bol con cristales, o quizá una fogata.  En el centro la intención, ¿para qué estamos sentados en el círculo? ¿cuál es nuestro propósito?
Sentados al norte están los guerreros… los líderes de la comunidad.  Uno de ellos se levanta, toma las campanas, da la bienvenida y comienza la conversación, con mucho silencio, el silencio que nos permite escucharnos a nosotros mismos y a los demás.  Una conversación que despierta al guerrero de cada uno, cada quien asume su responsabilidad y dice: “Estoy presente y me mantengo presente mientras esté en este círculo”.[i]
En silencio, desde el este, se para el  vidente o el profeta, a su lado están aquellos que tienen una visión para la comunidad, su mirada se eleva por encima de la cotidianidad, gracias a ellos tenemos una dirección.  Comienza a hablarnos de su visión y despierta al visionario en cada uno de nosotros, esa energía que nos guía para alcanzar nuestra meta, al definir lo que veremos, lo que escucharemos y sentiremos cuando logremos nuestro objetivo, permitimos que la visión tome fuerza.  La conversión ahora nos permite decir: “Digo la verdad sin culpa y sin juicio”
Se sientan y ahora en el sur, los sanadores se paran para reconocer las heridas y el dolor, para guiarnos en la consciencia de la comunidad.  No estamos solos, necesitamos a otros, y con nuestras decisiones afectamos a otros.  Los sanadores en nosotros se paran y dicen: “Le presto atención a aquello que tiene corazón y significado para mi
Y ahora, manos a la obra, pero ¿cómo, con qué?, así al oeste del círculo se levantan los maestros y nos cuentan qué hay que hacer y sobretodo, cómo hacerlo.  El que gestiona se despierta en cada uno y estamos listos para la acción concienzuda.  Es posible que necesitemos recordar la intención para no perdernos, es posible que necesitemos que nos guíen, que nos muestren el camino para dar la vuelta en el círculo.  Ese que está listo en cada uno de nosotros para actuar y enseñar se para y dice: “Me mantengo abierto a los resultados, sin apego y sin expectativas”.
Ahora, de nuevo el silencio, la paz de saber que hemos tomado en consideración todo lo necesario para dejar volar nuestro proyecto.
Elisabeth Tepper Kofod
Caracas, 16 de enero de 2013




[i] Las notas en itálica son tomadas y adaptadas del libro de Angeles Arrien: “La Senda del Chamán”

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