Todos hemos diseñado proyectos... claro que sí. Pero tantas veces se nos olvida para qué hacemos lo que hacemos, o pretendemos que sean otros quienes se ocupen de hacer realidad nuestro proyecto, o no nos sentamos a pensar en las consecuencias, y por supuesto... cuales eran todos esos pasos que debía cumplir. Algunos decimos: como vaya viniendo... yo me dejo guiar... o todo lo planifico de forma inflexible... soy una persona orientada al logro.
Cuando plasmamos nuestro proyecto en la Rueda Medicinal podemos ser guiados, podemos ser flexibles y también sentir la alegría de llevar a cabo nuestro propósito, más allá del proyecto en si.
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